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Cinco organizaciones increíbles que trabajan para proteger y expandir el dominio público

Este post fue escrito por Timothy Vollmer para Creative Commons, y traducido y adaptado por Evelin Heidel en el blog Taller de Digitalización, en ambos casos bajo licencia CC BY.

“Grand Prize Winner” del concurso “GIF It Up” 2017 – Creada por Kristen Carter and Jeff Gill de Los Ángeles, California, utilizando el material original (en dominio público) de la Bibliothèque municipale de Lyon. Este gif está disponible con una licencia CC BY-SA.

Creative Commons está participando de la Semana del Copyright, una serie de acciones y discusiones para apoyar principios claves que deberían guiar las políticas de derecho de autor. Todos los días de esta semana, varios grupos estamos tomando diferentes elementos de la ley y abordando lo que está en juego y lo que necesitamos hacer para asegurarnos que el derecho de autor promueva la creatividad y la innovación.

El tópico de hoy para la Semana del Copyright es “El dominio público y la creatividad: las políticas de derechos de autor deberían alentar la creatividad, no obstaculizarla. Los plazos excesivos del derecho de autor inhiben nuestra habilidad para comentar, criticar y re-trabajar nuestra cultura común”.

Las licencias de Creative Commons ayudan a los autores a mantener y administrar sus derechos en los témrinos en los que los autores elijan. Nuestras herramientas del dominio público, por otra parte, les permiten a los autores que quieren dedicar sus obras al dominio público global, hacerlo utilizando la Dedicación al Dominio Público CC0. También facilitan el etiquetado y el descubrimiento de obras que ya están libres de restricciones conocidas de derecho de autor, utilizando la Marca del Dominio Público.

A Creative Commons le importa profundamente el dominio público y no estamos solos en esta preocupación. Hay muchas organizaciones y proyectos increíblemente impactantes, importantes y simplemente interesantes ahí afuera trabajando para destacar, proteger y expandir el dominio público. ¡Aquí hay algunas de nuestras favoritas!

Wikipedia

No solamente Wikipedia provee el punto de partido para cualquiera que quiera aprender sobre qué es el dominio público, también es un recurso educativo excelente para los editores de Wikipedia (y cualquier otra persona) para profundizar en la teoría, la historia y las reglas nacionales específicas alrededor del derecho de autor y el dominio público. Wikimedia Commons (el repositorio multimedia que hospeda las imágenes, los sonidos y los videos que se ven en los artículos de Wikipedia) contienen miles de obras en dominio público, útilmente revisadas y etiquetadas por editores. La Fundación Wikimedia también ha sido bastante activa en llevar adelante una política en defensa del dominio público.

Internet Archive

Cualquiera conoce Internet Archive debido a la poderosa Wayback Machine (la máquina del tiempo), la extendida herramienta de archivado de la web que ha salvado alrededor de 310 billones (!) de páginas web hasta ahora, accesibles para cualquiera. Peor quizás no sepas que Internet Archive es una biblioteca digital masiva, el hogar de 11 milones de libros y textos, 4 millones de grabaciones de audio (incluyendo 160.000 conciertos en vivo), 3 millones de videos (incluyendo un millón de programas de noticias televisivas), 1 millón de imágenes y 100.000 programas de software. El archivo contiene aproximadamente decenas o centenas de miles de archivos multimedia en el dominio público y cualquier usuario se puede crear una cuenta y subir sus propias obras creativas y ponerlas en el dominio público mundial utilizando la CC0.

Asociación Communia

La Asociación Internacional Communia para el Dominio Público es un colectivo de organizaciones y activistas trabajando para fortalecer y enriquecer el dominio público (Creative Commons es miembro fundador). El enfoque actual de la asociación es análisis de políticas públicas y trabajo legislativo en el contexto de la propuesta de la ComisióN Europea para una Directiva sobre el derecho de autor en el mercado único digital. La asociación actual fue creada luego de la finalización de la red de investigación epónima, financiada por la Comisión Europea del 2007 al 2011. Una iniciativa importante de este proyecto fue el Manifiesto del Dominio Público, firmado por más de 1500 organizaciones e individuos, así como la publicación de un extenso estudio sobre el dominio público, que mostró los principales resultados del grupo de investigación.

La Reseña del Dominio Público

La Reseña del Dominio Público es una revista online que muestra las obras que han ingresado al dominio público, “ese vasto común de material fuera del derecho de autor que cualquiera es libre de disfrutar, compartir y construir a partir de, sin ninguna restricción”. Fue lanzado por la organización Open Knowledge en el 2011. El sitio incluye decenas de largos ensayos que “buscan ofrecer una mirada introspectiva y una reflexión sobre las obras del dominio público y las historias frecuentemente ignoradas que las rodean”. El sitio web también incluye colecciones accesibles de material en el dominio público, y también publica una “clase de” anual cerca del año nuevo para destacar las obras de autores que entrarán al dominio público al golpe de la medianoche del primero de enero.

El Centro para el Estudio del Dominio Público

El Centro para el Estudio del Dominio Público es un grupo de investigación iniciado en la Facultad de Derecho de Duke en 2002. Sus objetivos son “promover la investigación y el estudio académico sobre las contribuciones del dominio público para la expresión, la cultura, la ciencia y la innovación; promover el debate sobre el equilibrio necesario en nuestro sistema de propiedad intelectual y traducir la investigación académica en soluciones de política pública”. El centro fue co-fundado por James Boyle, un renombrado autor y académico estudioso del derecho de autor, que también fue un miembro fundador de Creative Commons. En 2008 Boyle escribió un trabajo muy influyente, “El dominio público: encerrando los comunes intelectuales”. El centro conduce investigaciones legales y culturales, y también ha publicado varios libros de cómico sobre temas de derecho de autor, incluyendo Obligado por la ley y ¡Robo! Una historia de la música.

Gracias al trabajo incansable de estas organizaciones, los comunes continúan reforzándose y creciendo, mejorando el acceso a nuestras obras comunes culturales y creativas en el dominio público.

Addenda en castellano

Hay muchas organizaciones que por suerte trabajan para expandir el dominio público también en nuestro idioma, el español. Además de algunas de las iniciativas ya mencionadas (que son globales, como Internet Archive y Wikipedia), también les hemos hablado de autores.uy, dominiopublico.org.ar y de los recién incorporadores Autores de Ecuador y Autores de El Salvador. Aunque en algunos casos se trata de proyectos incipientes, allí por lo menos podemos averiguar qué autores ingresaron al dominio público (o cuáles lo harán pronto, como este año lo hicieron Atilio Chiáppori y César Duayén -Emma de la Barra- en Argentina).

También cabe mencionar otras iniciativas como el Proyecto Gutenberg, una biblioteca de libros electrónicos fundada allá por la década de los ’70 por Michael Hart y que cuenta con una enorme cantidad de libros electrónicos en castellano que se encuentran en el dominio público.

En el campo de las dificultades que aún tenemos para hacer crecer el dominio público, cabe recordar el sesgo de género inherente dentro del dominio público: en efecto, las obras de las mujeres tardan más en llegar al dominio público, porque viven más años y porque empezaron a publicar mucho más tarde que sus pares varones.

Y como siempre, no es menor volver a insistir en el hecho de que en algunos países aún no contamos con dominio público pleno. Tal es el caso de Uruguay y Argentina, donde la extraña figura del “dominio público pagante” nos impide acceder todo lo libremente que acceden en otros países a estas obras, generando graves perjuicios para la cultura e impidiéndonos festejar el ingreso de las obras al dominio público en toda regla.

Aprovechemos esta semana del derecho de autor para recordarle a los legisladores y tomadores de decisiones que las obras en dominio público no deberían pagar un impuesto oneroso que perjudica el disfrute de las obras y la creación a partir del acervo cultural común.

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